Tecnologiaes

Allá por 1492 España invirtió una buena cantidad de dinero en investigación. Se trataba de descubrir nada menos que un nuevo continente. Quinientos años después, España se sube de nuevo al larguísimo tren de la historia para compartir espacio y tiempo con algunos de los países avezados a los descubrimientos. Esta vez no se trata de un continente, sino de nuevos mundos, los de la tecnología punta.

El pasado mes de noviembre, la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología aprobó un presupuesto de 19 billones de pesetas que el Estado destinará a Investigación y Desarrollo (l+P) en los próximos siete años. Sólo en el año 2000 se invertirán 500.000 millones de pesetas en lo que supone una apuesta de la Administración Central para llevar a cabo nuevos proyectos de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías. España ha despegado, el esfuerzo llevado a cabo durante los últimos años ha comenzado a dar sus frutos, y ahora apuesta por situarse entre los países tecnológicamente más avanzados.

Situada en el desierto almeriense de Tabernas, una de las zonas más soleadas de Europa, la Plataforma Solar de Almería (PSA) es hoy un punto de referencia obligado para todos aquellos que trabajan en energía solar. Desde que comenzó a funcionar en 1982, ha demostrado que el aprovechamiento del sol para la obtención de electricidad es totalmente viable. En la actualidad, y según manifiesta su director Manuel Blanco, "nosotros trabajamos en la siguiente generación, en conseguir abaratar los costes de la infraestructura necesaria para la obtención de energía solar y en incrementar el rendimiento de estas centrales térmicas solares".

Recientemente este centro, que la Comisión Europea ha declarado como "Gran Instalación Científica Europea", ha presentado el primer prototipo de heliostato sin hilos, controlado por radiofrecuencia, que podría agilizar la construcción de las centrales térmicas solares y reducir su coste en 300 millones de pesetas. El aprovechamiento del sol para la desalineación y detoxificación de aguas también es estudiado por los científicos de la PSA, que durante la noche se convierte en uno de los telescopios más grandes del mundo para estudiar los rayos gamma procedentes del espacio.

España es hoy una potencia mundial en todo lo que respecta a energía solar. Pero también ha demostrado que puede comenzar a serlo en otros campos de la tecnología. Durante el primer semestre de 1999, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) aprobó la concesión de créditos por un total de 23.443 millones de pesetas para financiar proyectos empresariales de innovación tecnológica, lo que supone un incremento de un 49,5% con respecto al mismo periodo de 1998. La inversión total inducida por el CDTI en los primeros seis meses de este año alcanza los 59.188 millones de pesetas.

De los 230 proyectos financiados directamente por el CDTI, 1 óó correspondieron a proyectos de Desarrollo Tecnológico, 31 a proyectos de Innovación Tecnológica, 23 a proyectos concertados y 10 a proyectos cooperativos. En un 80% de los casos, las empresas promotoras eran pymes, esto es, pequeñas y medianas empresas, localizadas principalmente en Cataluña, País Vasco, Madrid y Valencia. La industria química, servicios a empresas, industria alimentaria e industria mecánica son los sectores donde se concentra la mayor parte de la inversión.
En la actualidad, el CDTI se encuentra en fase de promoción internacional de 83 productos tecnológicos españoles, relativos a Informática, Agroalimentación, Materiales, Medio Ambiente, Salud y Química, Tecnologías Avanzadas de Producción y Electrónica y Comunicaciones. Toda esta tecnología que va desde nuevas torres para telecomunicaciones a sistemas de proyección térmica por detonación, pasando por productos para la inseminación artificial de ganado o nuevos procesos de fabricación farmacéuticos, ha sido íntegramente desarrollada en España y está en condiciones de poder ser exportada a otros países con total garantía de éxito.

LÍDERES EN ELECTRÓNICA DE DEFENSA


La empresa española Indra se ha situado en los primeros puestos de producción mundial de electrónica de defensa. En 1998, sus ingresos y contratación crecieron un 42% y 36% respectivamente y su cartera de pedidos superó la cifra de los 120.000 millones de pesetas. La especialización de sus productos la ha convertido en la segunda empresa europea en simulación y sistemas automáticos de mantenimiento y en un suministrador preferente de la US Navy. Entre su oferta destacan los simuladores militares para aeronaves, de trenes y metro, de grúas de puertos y de maquinaria de minería a cielo abierto. In-dra también ha obtenido excelentes resultados en el campo de equipos electrónicos de defensa que abarcan las tres armas del Ejército: Tierra, Mar y Aire. Sistemas de detección de tiro y visión nocturna, equipos de aviónica y control de armas son algunos de los productos que adquieren, entre otros, el Ministerio de Defensa español, la US Navy, el Consorcio Eurofighter, la Armada Española o Airbus. El Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (IN-TA) también está trabajando en el desarrollo de nuevos productos, como los minisatélites y nuevos prototipos de vehículos aéreos no tripulados, capaces de operar de día y de noche, que permiten una inmediata transmisión de información, bien sea para aplicaciones militares, seguimiento de incendios, vigilancia de fronteras, control de tráfico marítimo, salvamento de náufragos etc.

ESPAÑA EXPORTA SUPERCONDUCTORES


Recientemente, investigadores del Laboratorio Conjunto de Superconductividad Aplicada perteneciente al Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CE-DEX), han desarrollado un cuadrupolo superconductor para el Laboratorio de Física de Partículas (CERN). España confirma así su posición internacional en el terreno de la superconductividad de potencia, una actividad que comenzó hace ahora 10 años y ya ha pasado incluso a su fase industrial. La superconductividad es una propiedad de algunos materiales de conducir la corriente eléctrica sin pérdidas cuando se enfrían por debajo de una determinada temperatura. Este imán, el mayor de todos los construidos en España, tiene una longitud de 1,3 metros, y para su fabricación ha sido necesaria la construcción de una bobinadora especial.

Ha contado con la colaboración de la empresa ANTEC, en un claro ejemplo de transferencia tecnológica bidireccional, en el que ambos han aportado sus experiencias científica e industrial respectivamente.

Otros organismos como los Institutos de Ciencia de Materiales de Aragón y Barcelona, ambos pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han fabricado materiales superconductores de alta temperatura crítica para alimentadores de imanes superconductores con el fin de reducir las pérdidas térmicas, y limitadores de corriente superconductores que protegen la red en caso de cortocircuito. En este sentido también España participa en la construcción de un limitador de corriente preindustrial dentro del proyecto europeo Brite-Euram.

INGENIO, NUESTRA PRINCIPAL BAZA
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Narices artificiales capaces de detectar los olores más imperceptibles, manipuladores que seleccionan la fruta según su calidad y estado, quesos bajos en colesterol y nuevos sistemas de dosimetría personal para la detección de radiación en hu-manos son, sin duda, resultado de una exhaustiva investigación y una buena dosis de ingenio. Entre todo un arsenal de nuevos productos españoles destacamos uno: la eliminación de recortes de piel curtida, procedentes de la industria del calzado, y su aprovechamiento para la obtención de energía.

Este proyecto ha sido desarrollado por el Departamento de Combustibles Fósiles del CIEMAT, en colaboración con el INESCOP (Instituto Español del Calzado y Conexas, Asociación de Investigación). Los restos de la piel utilizada para la fabricación de calzado son tóxicos y difíciles de eliminar. Así se ha diseñado una planta que consta de sistemas de preparación, acondicionamiento y ensilado del producto, de una caldera de combustión de lecho fluidizado, de circuitos de recuperación de calor, sistemas de tratamiento de gases y sistemas de retención y recuperación de cenizas.
Todos estos ejemplos no son más que una pequeña muestra de lo que en España se trabaja en la actualidad y del enorme potencial tecnológico que, en el próximo siglo que se nos avecina "amenaza" con convertirnos en una de las principales potencias tecnológicas del mundo.